Últimamente
se habla mucho de la Intermediación Laboral y curiosamente cuando menos ofertas
de trabajo hay. Pensamos
que se habla demasiado, pero en ninguno de los artículos que hemos leído se
explica que es la intermediación laboral, de dónde proviene y cómo se trabajan
estas actividades en las diferentes entidades que hace muchos años que se
dedican a ello. Eso
sí, constantemente nos confunden al mezclar intermediación laboral, con los
servicios públicos de empleo, agencias privadas de colocación, ETT y ONG. Quizás,
antes de opinar hay que informar y aclarar algunos conceptos.
Según
el Real Decreto 1796/2010 del 30 de diciembre, se entiende por agencias de colocación las entidades públicas y
privadas, con o sin ánimo de lucro que, en coordinación y colaboración con el
servicio público de empleo correspondiente, realicen
actividades de intermediación laboral que tenga como finalidad proporcionar a
las personas trabajadoras un empleo adecuado a sus características y facilitar
a las empresas que contratan las personas trabajadoras más apropiadas a sus
requerimientos y necesidades.
Así,
una primera aclaración: las agencias de
colocación podrán ser públicas o privadas, es decir, que los Ayuntamientos
que tienen Servicios Locales de Empleo, que están haciendo orientación
profesional, y tienen bolsa de trabajo, pueden ser agencia de colocación. Por
tanto, dejemos de hablar de Agencias Privadas de Colocación como las únicas que
pueden hacer colaboraciones con el Servicio Público de Empleo de cada comunidad
autónoma, porque algunos de estos servicios hace más de 20 años que están
desarrollando esta
actividad, se han especializado y obtienen resultados.
Otra
aclaración: Las Agencias de Colocación se crean para regular las entidades que
realizan actividades de intermediación laboral, entendida en este caso, como
algo más que la contratación para la puesta a disposición de las empresas; es
decir, orientación
a las personas que no tienen trabajo, formación y puesta en práctica para
facilitar que la encuentren, y orientación a las empresas, sobre todo pymes y
micro que son la mayoría de nuestro tejido empresarial. Por
tanto, no confundamos Intermediación Laboral con contratación o puesta a
disposición.
Seguimos
con las aclaraciones. Se
habla mucho de la ineficacia del Servicio Público de Empleo (el SOC en
Cataluña) en cuanto a la intermediación laboral. A
ver, la IL es algo más que una base de
datos con miles de inscritos que han pasado un cuestionario indicando sus datos
del CV y sus expectativas laborales y que quedan a la espera de que llegue la
oferta que se ajuste a sus
expectativas.
Cuando
el Servicio de Ocupación de Cataluña quiere mejorar el sistema porque no
obtiene resultados, comienza a ofrecer un servicio más personalizado e intenta
reproducir algunas de las acciones que las entidades públicas y privadas, con y
sin ánimo de lucro, hace muchos años están desarrollando. Por lo tanto, para
ser especialista en la intermediación laboral, se necesita algo más que
modificar las funciones de los trabajadores y editar nuevas carteras de
servicios. Quizás
con menos inversión en el propio Servicio y contando con las entidades
especializadas de cada territorio, ¿hubiéramos avanzado y mejorado los
resultados?
Así,
¿quien hace la Intermediación Laboral en Cataluña? Las
entidades que dicen que tienen Bolsa de Trabajo: centros de formación,
universidades, colegios profesionales, consultorías de Recursos Humanos,
empresas de recolocación, servicios locales de empleo, asociaciones de
profesionales, patronales, sindicatos, entidades del tercer sector, ONG, ETT,
Portales de empleo,... y
seguro que nos dejamos alguna. Ahora bien, tener
bolsa de trabajo no significa hacer intermediación laboral con calidad.
Algunas
de estas entidades que han podido demostrar que cumplen los requisitos que ha
marcado el Estado para desarrollar actividades de Intermediación Laboral, están
reconocidas y autorizadas para actuar como Agencias de Colocación, si bien, de
momento esto sólo ha supuesto obligaciones
como disponer de personal especializado, espacios que cumplan con la ley de
accesibilidad universal y enviar mensualmente indicadores de actividad y
resultados al Servicio Público Estatal. Así,
nos encontramos en un momento donde están conviviendo las entidades que se han
acreditado y cumplen con unas obligaciones para ser AC, con las entidades que
siguen haciendo actuaciones de intermediación laboral y no son Agencia de
Colocación y nadie las sanciona, y con
las ETT que han obtenido la acreditación directamente sin cumplir con los
requisitos que han tenido que hacer el resto de entidades.
Y
ahora, después de 2 años de cumplir con todas las obligaciones con el esfuerzo
inversor que ha supuesto, ya que no hemos obtenido ningún tipo de ingreso y
hemos cumplido con lo que se nos ha pedido, nos llega que el requisito para beneficiarse
de los incentivos económicos consistirá en haber colocado al menos a 5.000
personas durante el año anterior, esto quiere decir que, al menos en Cataluña,
deja fuera a más del 99.9% de las AC acreditadas, o dicho de otro modo ,
se cargan a las 176 Agencias de Colocación para dar negocio a 3 como máximo. Un buen negocio para estas tres.
No
sabemos qué pasará en Cataluña, queremos confiar en que el SOC defienda la red de entidades, y volvemos a repetir, públicas y
privadas con y sin ánimo de lucro, que han demostrado que pueden trabajar de
forma colaborativa, ofrecer servicios de calidad y obtener resultados.
Y
un ejemplo de esta red de entidades es la Asociación Catalana de Agencias de Colocación
y Empresas de Recolocación (ACACER). La
fortaleza de ACACER respecto de otros operadores es, que es la suma de
diferentes agencias de colocación y empresas de recolocación especializadas,
que permite desarrollar proyectos integrales, con acciones de orientación,
formación, autoempleo e intermediación, adaptados a
las necesidades del tejido empresarial y de las personas trabajadoras de cada
territorio.
Entidades
conocedoras de los territorios con proyectos de desarrollo local y territorial
y conocimiento de su tejido productivo; entidades especializadas en la
integración laboral de diferentes colectivos que requieren metodologías
especializadas (jóvenes, parados de larga duración, mayores 45 años, personas
con discapacidad, reciente titulados
universitarios, recién llegados, directivos, profesionales de oficio,...);
entidades con espacios y profesorado homologado para impartir certificados de
profesionalidad presenciales y on line de las 26 áreas profesionales del
catálogo; entidades conocedoras de los sectores profesionales, sus tendencias
de futuro,
las necesidades formativas y las posibilidades de generación de empleo;
entidades especializadas en instaurar políticas de RSC en las empresas;
entidades que conocen las necesidades y objetivos de las empresas y también
entidades especializadas en la puesta a disposición y enclaves laborales.
La
alternativa a trabajar sólo con 2 o 3 grandes empresas de colocación y dejar fuera
a todas estas entidades, es perder en conocimiento de las personas y las
empresas, es perder en el conocimiento del territorio, es perder en especialización,
es perder en calidad. O
tal vez no, tal vez lo que harán estas dos o tres grandes empresas de
colocación es contar con los trabajos que las demás entidades les harán y que
no cobrarán. Explicaremos
un ejemplo de lo que ha ocurrido en una entidad asociada de ACACER. y
que muchas entidades se sentirán identificadas, porque no es un caso aislado,
sobre todo las entidades que trabajan con los colectivos de más difícil inserción.
"Una
gran empresa necesita cumplir con la LISMI (para cumplir necesita contratar a
más de 50 personas trabajadoras con certificado de discapacidad). Contrata a un
Centro Especial de Trabajo para hacer enclaves laborales; pero como no tiene
suficientes usuarios en su bolsa de trabajo, este CET solicita trabajadores a
una Fundación de una gran ETT. Esta hace difusión a través de su web y las
entidades especializadas que han estado formando a estas personas y buscándolos
puestos de trabajo para hacer la integración laboral, ven la oferta e inscriben
a sus usuarios. En este caso, ¿quién cobraría del Estado, el CET, la
Fundación?, Lo que está claro es que las entidades que llevan años preparando a
estas personas no cobrarían nada por esa intermediación; ah, eso sí, ¡recibirían
un gran agradecimiento de el usuario porque le ha ayudado a encontrar trabajo!"
En Cataluña
esto no lo queremos. Queremos
trabajar la Intermediación Laboral con calidad, queremos que los cruces de
oferta y demanda además de los criterios de empleabilidad (los criterios del
CV) también se tengan en cuenta los criterios de idoneidad y éstos no se
detectan con un simple cuestionario de competencias
como pretenden algunos, se detecta conociendo bien al candidato, trabajando a
su lado para desarrollar sus competencias transversales, acompañándolo en el
proceso de búsqueda de trabajo y haciendo seguimiento incluso después de la
contratación. Esta
es la intermediación que sabemos hacer y que queremos seguir haciendo. Y
si el Estado paga a las Agencias de Colocación para encontrar trabajo a los
desempleados más desfavorecidos queremos participar de estos incentivos al
mismo nivel que las grandes agencias de colocación o las ETT.